Un evento con 5 equipos y más de 20 jugadores muy divertido con gente que jamás había jugado a wargames y que lo pasó en grande.
Fue una gozada ver cómo disfrutaron y alguno de ellos recordó su niñez cuando jugaba a indios y vaqueros con su hermano y reglas caseras. Una buena experiencia también en la que los equipos debían cooperar y trabajar en equipo para conseguir sobrevivir a la sangrienta guerra del Rif. Y una gozada poder mostrar nuestro hobby fuera de los circuitos habituales.
La mesa en Quincux se debía a la existencia de 5 equipos, 3 de legionarios españoles (de una sección con 30 soldados cada una) y 2 de rifeños con una harka de 50 guerreros cada una.
En la mesa central se ubicaba el Blocao de la Fortuna en posición estratégica en defensa de Melilla a las faldas del monte Gurugú. En el blocao una sección de legionarios con ametralladora pesada hotchkiss 1913 y el propio d. José Millán Astray.
Los rifeños habían tomado la aguada cercana durante la noche y junto a la aguada había desplegado su Jaima Abd el Krim, en un extremo del campo de batalla. Al otro extremo tras el monte otra harka rifeña amenazaba al blocao desde el lado opuesto. Situación difícil para Millán.
Pero tras avisar con el heliógrafo se apresuraban a apoyar al blocao dos secciones de legionarios, una frente a cada una de las harkas enemigas.
El escenario obligaba a las tropas del blocao a asignar de inicio sus escuadras a uno u otro combate, que serían partidas simultáneas. Podría concentrar más tropas sobre la aguada, pero entonces podría ser atacado el blocao desde la montaña opuesta. O podrían defenderse mejor y posiblemente quedar sin agua. Las secciones de apoyo deberían ser raudas en el ataque o en el refuerzo al blocao, respectivamente. Las decisiones y la coordinación de los equipos sería fundamental.
Millán, valiente, decidió desplegar su ametralladora y numerosas tropas sobre la aguada, dejando menos protegida su retaguardia.
La ametralladora y sus legionarios en cooperación con la sección de refuerzo frenaron a los rifeños. Sin embargo, se enzarzaron en el tiroteo mutuo sin avanzar con maniobras. Se consiguieron pocos avances ya que los rifeños se parapetaron muy bien.
Por el flanco trasero de la montaña, los legionarios desplegados se enzarzaron también en el tiroteo sobre los rifeños, haciéndoles muchísimas bajas con tiros de precisión. Pero los rifeños no se iban a acobardar. A pesar de las bajas, apoyándose en su mayor número, avanzaban a toda prisa en masa sobre el blocao.
La sección de refuerzo de la Legión no avanzaba según lo esperado. El tiroteo y la confusión de la batalla los tenía entretenidos. Olvidaron que su misión era correr a socorrer a los del blocao. Enzarzados en el tiroteo, no maniobraron con la suficiente rapidez.
Finalmente y pese a las enormes bajas, la superioridad numérica rifeña les permitió asaltar a cuchillo el blocao y penetrar en el mismo.
La determinación y buena estrategia de los equipos rifeños así como la mala coordinación de los españoles supusieron la victoria para los del Rif. Aún así, el equipo de Millán en el blocao también fue condecorado por su bravura y las bajas causadas al enemigo.
Evento precioso, con más de 20 personas y 5 equipos, con un escenario divertido y muy interesante en el que se debe tomar buenas decisiones y trabajar en equipo para conseguir la victoria.
Lo pasamos genial.
Las espectaculares mesas de juego ya están reparadas con todo detalle para ser jugadas en estas demos del Wargame Baraka....
Las partidas de demostración....
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Conclusiones......
Han ganado los rífeños. No hay alcohol
En el centro un blocao con Millan al mando y a cada lado españoles y rífeños. El grupo del blocao estaba sin agua, ya que Abd el Krim había tomado la Águeda. Los grupos españoles debían socorrer al blocao y apoyar la salida de Millán para tomar la aguada.
Eran como dos partidas simultáneas mientras que el grupo del blocao debía destinar sus tropas asignándolas de inicio a uno u otro combate.
Los Moros en la aguada estaban bien protegidos.
Los Moros al otro lado tras la colina aprovecharon para ir por el blocao por detrás. Los de Millán se enzarzaron en disparar y matar a muchos rífeños.
No avanzaban los legionarios que debían socorrerlos. Las ametralladoras estaban luchando en el lado de la aguada.
Tras muchas bajas los rífeños consiguieron llegar al blocao por detrás y penetrar en el con el cuchillo entre los dientes.
La mala coordinación española dio la victoria a los rífeños....
http://www.septimogrado.org/viewtopic.php?f=8&t=7877